TOLUCA, EDO. MÉX.- Bajo el lema “Todos Unidos por la Seguridad”, la Asociación de Empresarios y Ciudadanos del Estado de México mantuvo una charla con el Procurador General de Justicia del Estado de México, Alfredo Castillo Cervantes; el Comisionado de la Agencia de Seguridad Estatal (ASE), David Garay Maldonado; y con agrupaciones como la Asociación de Industriales del Estado de México (AIEM); la Unión de Asociación de Mujeres Mexiquenses (UAMM) y la Conferencia Patronal de la República Mexicana (COPARMEX).
El procurador Alfredo Castillo Cervantes, comenzó por adelantar que al inicio de las campañas electorales se mostrarán cifras con cierta irresponsabilidad. Expresó que las estadísticas muestran el contexto de la situación, pero no hablan de un parámetro exacto; señaló, por ejemplo, que en ocasiones reciben denuncias de secuestro por parte de personas que llevan un par de horas sin saber de alguno de sus familiares, pero que a los pocos minutos regresan anunciando que ya aparecieron.
También hizo una reflexión sobre los motivos que orillan a adoptar el secuestro como un modus vivendi: durante un periodo de crisis la incidencia delictiva aumenta, el problema es que cuando esta dificultad se estabiliza los índices no bajan, las personas que ya encontraron en esa actividad una fuente de ingresos fácil, ya no buscan un empleo y continúan con esa práctica.
Siguiendo con su exposición, señaló que al iniciar la “Guerra contra el Narcotráfico” nunca existió un diagnóstico de las capacidades para enfrentar el reto y sus efectos colaterales: el homicidio, el secuestro, la extorsión y el narcomenudeo, lo que llevó a delegar esas responsabilidades a los gobiernos estatales y municipales sin advertir de sus limitadas capacidades y señaló, por ejemplo, que el Estado de México se encuentra aún en la lista de espera para adquirir armas mientras que las organizaciones delictivas pueden tenerlas en cualquier momento.
Sin embargo anunció números positivos: el año pasado se reportaron 98 secuestro en la entidad, mientras que hoy sólo se han contabilizado 39. Atribuyó como factores de ese logro el apoyo de la ASE y el que la sociedad civil está denunciando: “si la sociedad se involucra en el tema de la inseguridad, les puedo decir, que se les va a hacer pequeño el continente y el país a los delincuentes para poder esconderse”.
Por su parte David Garay Maldonado reconoció que sin seguridad no habrá inversiones ni una democracia sana, pero hizo un llamado a reflexionar ¿cómo llegamos a donde estamos?, ¿qué se dice de la falta de empleo? Cuando se da el delito se olvidan de las causas que lo provocan, recalcó, y señaló que los modelos de aplicación de las estrategias para combatir el crimen están erosionados, combatir la delincuencia sólo con policías es una visión limitada y cortoplacista.
Enfrentar la delincuencia implica la participación de todos los órdenes de gobierno, hay que analizar, puso como ejemplo, cómo mejorando los servicios públicos (como el alumbrado) disminuyen la incidencia delictiva: “nuestro enemigo es común, pongámonos cada quien en su punto de responsabilidad para combatirlo, ustedes colaborando, ayudando, apoyando y nosotros cumpliendo cabalmente lo que la ley nos obliga , lo que la convicción con servidores públicos nos ha convencido por muchos años: combatir el delito, atrapar al delincuente, abatir índices de impunidad, de tener un medio de tranquilidad y de paz que nos permita desarrollar mejor nuestras labores. Ustedes ciudadanos agrupados, realicen con mayor eficiencia su trabajo, como empresarios generen fuentes de empleo, inviertan, que no tengan argumento ni pretexto para no invertir ni generar empleos, estoy convencido que generándolos, que invirtiendo más, la consecuencia inmediata será que habrá menor inseguridad y la autoridad podrá realizar mejor su tarea.”
El procurador Alfredo Castillo Cervantes, comenzó por adelantar que al inicio de las campañas electorales se mostrarán cifras con cierta irresponsabilidad. Expresó que las estadísticas muestran el contexto de la situación, pero no hablan de un parámetro exacto; señaló, por ejemplo, que en ocasiones reciben denuncias de secuestro por parte de personas que llevan un par de horas sin saber de alguno de sus familiares, pero que a los pocos minutos regresan anunciando que ya aparecieron.
También hizo una reflexión sobre los motivos que orillan a adoptar el secuestro como un modus vivendi: durante un periodo de crisis la incidencia delictiva aumenta, el problema es que cuando esta dificultad se estabiliza los índices no bajan, las personas que ya encontraron en esa actividad una fuente de ingresos fácil, ya no buscan un empleo y continúan con esa práctica.
Siguiendo con su exposición, señaló que al iniciar la “Guerra contra el Narcotráfico” nunca existió un diagnóstico de las capacidades para enfrentar el reto y sus efectos colaterales: el homicidio, el secuestro, la extorsión y el narcomenudeo, lo que llevó a delegar esas responsabilidades a los gobiernos estatales y municipales sin advertir de sus limitadas capacidades y señaló, por ejemplo, que el Estado de México se encuentra aún en la lista de espera para adquirir armas mientras que las organizaciones delictivas pueden tenerlas en cualquier momento.
Sin embargo anunció números positivos: el año pasado se reportaron 98 secuestro en la entidad, mientras que hoy sólo se han contabilizado 39. Atribuyó como factores de ese logro el apoyo de la ASE y el que la sociedad civil está denunciando: “si la sociedad se involucra en el tema de la inseguridad, les puedo decir, que se les va a hacer pequeño el continente y el país a los delincuentes para poder esconderse”.
Por su parte David Garay Maldonado reconoció que sin seguridad no habrá inversiones ni una democracia sana, pero hizo un llamado a reflexionar ¿cómo llegamos a donde estamos?, ¿qué se dice de la falta de empleo? Cuando se da el delito se olvidan de las causas que lo provocan, recalcó, y señaló que los modelos de aplicación de las estrategias para combatir el crimen están erosionados, combatir la delincuencia sólo con policías es una visión limitada y cortoplacista.
Enfrentar la delincuencia implica la participación de todos los órdenes de gobierno, hay que analizar, puso como ejemplo, cómo mejorando los servicios públicos (como el alumbrado) disminuyen la incidencia delictiva: “nuestro enemigo es común, pongámonos cada quien en su punto de responsabilidad para combatirlo, ustedes colaborando, ayudando, apoyando y nosotros cumpliendo cabalmente lo que la ley nos obliga , lo que la convicción con servidores públicos nos ha convencido por muchos años: combatir el delito, atrapar al delincuente, abatir índices de impunidad, de tener un medio de tranquilidad y de paz que nos permita desarrollar mejor nuestras labores. Ustedes ciudadanos agrupados, realicen con mayor eficiencia su trabajo, como empresarios generen fuentes de empleo, inviertan, que no tengan argumento ni pretexto para no invertir ni generar empleos, estoy convencido que generándolos, que invirtiendo más, la consecuencia inmediata será que habrá menor inseguridad y la autoridad podrá realizar mejor su tarea.”
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